Por Eduardo
Ruette* / @eruette
Los apagones en el occidente venezolano son cada vez más constantes y más largos, la población sufre los efectos del caos eléctrico
La región de Los Andes ha sido
severamente castigada con los apagones. La crisis eléctrica de Venezuela tiene
su fundamento en la mala gestión, en la corrupción y en las actuales condiciones
políticas que hay en el país. No hay respuestas eficientes, sólo pequeñas
soluciones que no son estables.
Desde los apagones de marzo de 2019, la
red quedó vulnerable. El Zulia y Los Andes padecen grandes dificultades. En el
caso de Mérida, la planta termoeléctrica Don Luís Zambrano y la represa de Santo
Domingo, no están generando energía eléctrica para sostener a la región.
Se depende de la conexión con el Guri,
que por la distancia y las condiciones geográficas, hacen que las regiones del
occidente venezolano, tengan un servicio de energía deficiente, con racionamientos
excesivos, e interrupciones intempestivas.
La crisis de electricidad destruye a diario
la calidad de vida del venezolano, del estudiante, del trabajador, de los
productores. Todo se paraliza, todo cae debido a los apagones. El clamor en los
sectores populares es que se busquen soluciones y alternativas para que al
menos el flujo eléctrico se mantenga.
La atención sanitaria cae, porque si bien
los centros de salud son prioritarios, no siempre tienen energía eléctrica. Pero
esto afecta entonces otros sectores relacionados, por ejemplo los laboratorios privados
para exámenes médicos, que son los que la mayoría usa por las fallas en el
sector público.
Las consultas privadas y la atención en
las clínicas también se ven afectadas. La realización de estudios ecográficos y
de rayos x. Se podría decir que la mayoría de las instalaciones poseen plantas
eléctricas, pero eso se complica por la escasez de combustibles.
Hay que buscar la solución a esta crisis.
Todo el proceso que actualmente vive Venezuela, mantiene a los sectores políticos
enfrentados, mientras el padecimiento de la sociedad sigue bajo esquemas que
están variando debido a cambios en las relaciones económicas.
Si bien Venezuela tiene que salir del
actual atolladero que sufre, permitir que la democracia sea restaurada en
pleno, que los Poderes Públicos sean totalmente independientes, en ese
transitar también se aboga para que la población más necesitada, vea una
disminución del impacto de los problemas que hay.
Los cortes energéticos, por la razón que
sean, de hasta más de 12 horas, sólo traen más atraso, más crisis, decepción,
frustración y rabia.
DOSIS
ÉXITO
Con total acierto y con una buena recepción, se produjo un evento político con
unos 18 comités locales de Acción Democrática (AD) en el municipio Libertador
de Mérida. El encuentro permitió reafirmar el compromiso de las bases, de los
adecos de “carne y huesos”, para estar preparados para una contienda electoral,
según los lineamientos del MAELECAD. Seguiremos haciendo importantes aportes en
ese sentido.
PROPAGACIÓN
La semana pasada reportaban un caso sospechoso de coronavirus en Maracay, el
cual luego fue descartado. Hay que tener presente que el virus ha causado
pruebas negativas, que al repetirse dan como positivas, la razón es el uso de
los componentes para realizar las pruebas, que no están del todo desarrollados
para esta nueva enfermedad. Aunque por la situación de asilamiento de
Venezuela, las probabilidades de infección en este país son muy bajas.
LA
CRISIS La situación de los hospitales venezolanos es precaria para
enfrentar al coronavirus, en caso de que este país entrara en la pandemia. 70%
de los centros de salud no tienen agua. 90% de los centros de salud tienen
problemas con los apagones constantes. La mitad de los hospitales tienen las
salas de emergencia sin funcionar. La dotación de insumos médicos es precaria. Actualmente
los hospitales venezolanos no tienen kits de pruebas para detectar esta
enfermedad. Hay organizaciones internacionales que están dispuestas a dotar a
Venezuela con los mencionados kits, pero quienes ejercen la función en materia
de salud no han confirmado al país al respecto.
(*)
Obstetra Ginecólogo / Director del Plan Salud de la GEM