La Receta: La desnutrición empeora la crisis sanitaria de Venezuela

Por Eduardo Ruette* / @eruette

Falta de cosechas por escasez de semillas, gasolina, repuestos y altos precios, impactan fuertemente la dieta del venezolano, los que se suma a la crisis humanitaria


A pesar que los problemas de escasez de alimentos en Venezuela se han reducido, luego que se han aplicado reformas de tipo clásico, la mayoría de la población sigue atrapada con los problemas de nutrición. El salario del venezolano no alcanza para nada, por lo tanto las personas tienen grandes problemas para cubrir la dieta mínima y esta sigue profundizando la crisis nutricional.



En los problemas de los embarazos precoces, las muertes maternas e infantiles, la desnutrición es un factor que contribuye mucho.

Según los reportes del informe SOFI publicado por la FAO, la tasa de prevalencia de subalimentación en el mundo, subió de 6,4 por ciento en 2012-2014 a 21,2 por ciento en 2016-2018. La crisis de Venezuela ha aportado mucho en esa incidencia.

Venezuela ha tenido un descalabro enorme en su producción alimentaria. El principal cereal de los venezolanos, el maíz, no tuvo un crecimiento importante en las cosechas. En 2019 no fue posible satisfacer la demanda de 1,4 millones de toneladas de semillas de maíz. Desde el Ministerio de Agricultura se ha reportado problemas para importar 2,3 millones de toneladas de semillas.

La caída de productividad de cereales no sólo impacta el consumo humano, sino la producción de alimentos y forrajes para aves de corral y ganado.

Los ciclos de siembra están alterados y los problemas se hacen más serios cuando se mezclan los apagones, racionamiento de electricidad, escasez de combustibles, la caída real de los salarios, la falta de repuestos, equipos y demás para producir comida para los venezolanos.

La escasez de alimentos y sus altos precios, son dos componentes que en el marco de una crisis económica, inciden directamente en la crisis humanitaria. La ONU ha tenido que dar alguna respuesta, desde que se ha permitido su ingreso a Venezuela, con el canal humanitario que también abrió la Cruz Roja.

Al menos unas 12.232 personas han sido atendidas con apoyo de alimentos preparados  y no preparados en escuelas en Miranda, Trujillo, Vargas, Zulia, Yaracuy, Lara, Distrito Capital, Carabobo y Bolívar. La ONU ha reportado que en mayo y junio de 2019 pudieron dotar a unas 21.000 personas que recibieron insumos agrícolas, capacitación para mejorar su producción y ha habido seguimiento a la actividad agrícola en Mérida, Táchira, Trujillo, Portuguesa, Barinas, Apure, Lara y Miranda.

Aunque la labor de la ONU se reconoce, todavía se queda corta. Faltan recursos para mejorar la calidad de la recolección de datos que permita establecer metas, según informes que revelen realidades.

La crisis alimentaria se sigue viviendo. Un pequeño sector de la sociedad venezolana puede sostener la manutención del hogar, pero más de 80% sigue en la pobreza general y extrema. Los problemas de desnutrición complican los problemas de las enfermedades crónicas y comunes.

Es necesario buscar salidas o establecer consensos relacionados con encontrar soluciones para que la población no continúe hundiéndose en este caos, en estas enormes carencias y necesidades que sufren los venezolanos. El enfrentamiento político no puede dejar a un lado el sufrimiento social, al contrario, tiene que estar en el debate.

DOSIS

TRAGEDIA La crisis alimentaria se revela en la tragedia de Cagua. En la población del estado Aragua, un grupo de niños cazaba conejos en un cañaveral y fueron sorprendidos por un incendio, razón por la cual perdieron la vida, además de los heridos y desaparecidos que reportaron.

EXTREMO Para que en un hogar venezolano de unas cinco personas se pueda cubrir la canasta básica, se requieren ingresos de unos 450 dólares mensuales. Los trabajadores del sector público sólo obtienen 3,7 dólares al mes, salarios más bajos que los de Haití, lo que muestra la grave situación de pobreza en que el chavismo ha hundido a Venezuela.


 (*) Obstetra Ginecólogo / Director del Plan Salud de la GEM
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La Receta: La crisis sanitaria convierte a Venezuela en un “campo de concentración”

Por Eduardo Ruette* / @eruette

Son unos héroes los médicos y enfermeros que todavía atienden a los venezolanos en los maltrechos hospitales.

Los enfermos renales, los diabéticos, los pacientes con cáncer y con VIH, siguen  cayendo uno detrás de otro. Quienes dirigen la política nacional anuncian cifras, que se apoyan en los resultados de las campañas que emprenden los entes extranjeros con la ayuda humanitaria, no porque haya una gestión importante con recursos propios.

Eduardo Ruette

El fallecimiento de los pacientes con enfermedades crónicas, resulta más económico para la gestión nacional, porque significa menos erogaciones para el sector salud. Mientras apenas se sostiene una parte con las ayudas de la ONU, la OMS, Unicef y las embajadas de países que ayudan a los venezolanos.

Se promociona la natalidad, cuando se incentiva a la mujer a tener hijos, ya que se contemplan pagos por tal razón. Esto se apoya en que al gobierno central le llega ayuda de afuera en materia de vacunación y atención para niños. Se trata de una extraña política sanitaria adaptada a una cruda realidad, que está sometida al enfrentamiento político, a la crisis económica y al derrumbe institucional.

Son unos héroes los médicos y enfermeros que todavía atienden a los venezolanos en los maltrechos hospitales. Los bajos salarios, la crisis de escasez de gasolina, los apagones, la hiperinflación, la crisis en el sistema educativo, todo se compone para que la vida del médico y de la generalidad del trabajador de la salud sea un calvario.

Los trabajadores de la salud también comen, se visten, tienen hijos que mantener. Se justifica el reclamo de los gremios diversos que participan en este sector, que día a día se hunde en la decadencia y consigo la calidad de vida de los venezolanos.

Desde la Gobernación de Mérida se hacen enormes esfuerzos, no sólo para atender al personal que labora en la misma, y que representa un importante número de ciudadanos, sino también al resto de la población. Se ha implementado todo lo posible por mantener activas las áreas sanitarias, además de llevar a los sectores desvalidos, atención primaria, según la capacidad que existe en la región.

DOSIS
ERRORES Finalizando 2019, se prohibió que se registraran en Venezuela nuevas fundaciones u organizaciones no gubernamentales. Se trata de una afrenta al derecho civil de organizarse y asociarse, más en la crisis sanitaria actual, en que surgen grupos de voluntarios para ayudar a los que sufren los embates de la desnutrición, la falta de dinero para atender las enfermedades y el derrumbe de las instituciones sanitarias, muy mala decisión.

OBSTÁCULOS Las operaciones de las 63 organizaciones no gubernamentales que atienden parte de la crisis humanitaria en Venezuela, se ven afectadas por la falta de gasolina. Se trata de un movimiento de la Cruz Roja, ocho ONG extranjeras, ocho equipos de las Naciones Unidas (NNUU) y 46 ONG nacionales. El racionamiento de agua y electricidad en las regiones, siguen siendo un obstáculo para atender a la población.

LA CRISIS La ONU pudo formar a 13 mil trabajadores de la salud, el año pasado, para dar respuesta a brotes de sarampión y difteria en 23 estados. 600 trabajadores fueron capacitados en el manejo y detección de casos de malaria. Se importó 348 toneladas de medicamentos e insumos médicos. Sólo se ha logrado atender a 30% de los enfermos con VIH, con la dotación de antirretrovirales. Doce de los 24 hospitales de ocho estados reciben suministros y equipos esenciales para mejorar la capacidad de dar respuestas en las salas de emergencia.


 (*) Obstetra Ginecólogo / Director del Plan Salud de la GEM
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La Receta: Urge salir de la crisis porque los más débiles la sufren

Por Eduardo Ruette* / @eruette

Los venezolanos se atienen sólo a lo que llega por la vía de ayuda humanitaria desde la Cruz Roja, la ONU, Unicef y algunos países involucrados a favor de cada sector político.


Hay que hacer votos porque la crisis política sea resuelta lo más rápido posible en Venezuela. Es primordial que cese todo el caos institucional y político que se re fleja en lo social y sobre todo en la sanidad de los venezolanos. Se requiere una solución, es indispensable que haya un cambio político o que al menos, en el aspecto humanitario se busquen puntos de encuentros para facilitar a los ciudadanos venezolanos una mejor calidad de vida.



La pobreza que azota a la enorme mayoría de los venezolanos, no les permite acceder a los servicios de salud existentes. La crisis económica, que se ha producido como resultado de una gestión nacional mala, de una política equivocada, de la falta de transparencia en el manejo de recursos y una confrontación que genera inestabilidad, golpea duramente a cada venezolano.

Venezuela no tiene en estos momentos planes de salud definidos. Los venezolanos se atienen sólo a lo que llega por la vía de ayuda humanitaria desde la Cruz Roja, la ONU, Unicef y algunos países involucrados a favor de cada sector político.

Las embajadas hacen una labor interesante, contactan organizaciones no gubernamentales para direccionar los recursos que desde otras naciones traen a Venezuela, para ayudar a nuestro pueblo. Es reprochable que quienes tienen hoy el control del Poder Ejecutivo, hayan prohibido el registro de nuevas fundaciones, de nuevas organizaciones no gubernamentales, porque esto impide a la sociedad con iniciativa para organizarse y responder al caos sanitario, hacerse parte activa.

Comenzando el año 2020, hemos visto que la crispación política sigue presente. Se reclama primero cordura, para que la institucionalidad no se termine de perder en medio de toda la crisis política que hay. Una vez más el Poder Ejecutivo intenta desplazar y destruir a un Poder Legislativo electo por 14 millones de venezolanos en diciembre de 2015, y reconocido internacionalmente como legítimo y legal.

El caos político no genera confianza y la falta de voluntad de llevar adelante una política que permita lograr consensos, espanta de Venezuela cualquier posibilidad de inversión extranjera, de recuperación del aparato productivo, de que en este país vuelva a fluir la economía que sería de enorme ayuda para que los recursos vuelvan y el caos sanitario reduzca sus efectos.  

DOSIS
TRABAJO Una felicitación a los activistas de la Fundación San Alberto Hurtado en Ejido, estado Mérida, quienes desarrollan una gran labor en materia asistencial. Esta agrupación que surgió como respuesta a las comunidades, ha atendido en materia nutricional y con medicamentos a centenas de familias que sufren los efectos de la crisis sanitaria.

ASISTENCIA A petición de dirigentes en el municipio Santos Marquina, estamos haciendo la coordinación para llevar adelante operativos médico asistenciales a esta población, gracias a la articulación entre distintos dirigentes y funcionarios al frente de entes que se han puesto a la orden de la sociedad estaremos próximamente en Tabay.


 (*) Obstetra Ginecólogo / Director del Plan Salud de la GEM
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Perfil

Eduardo Ruette es Obstetra Ginecólogo y Director del Plan Salud de la Gobernación de Mérida. Presidente de la Sociedad de Médicos del Hospital Sor Juana Inés de la Cruz.